Claramente todo nos salpica
De rigurosa actualidad
Un día te despiertas al lado de alguien y te desayunas que el amor no se escapó por la ventana pero tampoco está contigo, que compartes espacio con una historia de amor paralela a la que tú creías vivir. ¿Cómo te sientes? ¿Qué haces?
¿Qué se supone que debe hacer Shakira frente a su experiencia? ¿Callarse? ¿Comerse su dolor con patatas?

No nos cansaremos de luchar para que las mujeres dejemos el miedo atrás, para que hablemos y visibilicemos lo que nos pasa. Que asumamos de una vez por todas que tenemos derecho a sentir y a expresar nuestras emociones. Da igual si es una canción, un poema, un tuit, un estado de whatsap, una conversación con nuestrx mejor amigx, una pancarta, qué mas da.
El desamor siempre ha sido una poderosa fuente de inspiración para el ser humano. ¿Sabes por qué? Porque moviliza una catarata de emociones. Porque es un duelo, y los duelos duelen. Tras la negación parecen la rabia, la ira y la impotencia. Luego la tristeza, la depresión y la negociación, no exactamente en orden cronológico pero vivimos en una danza de emociones. Estoy esperando atentamente la próxima canción de éste mediático duelo cantado. Porque la tristeza aflorará en forma de canción, y será bellísima. Si no recordar ¿Y cómo es él? de nuestro querido José Luis Perales. Yo pensando que ese test de Perales me venía como anillo al dedo para cantarlo a mis hijas, pero ahora me entero que fue escrito para Julio Iglesias en su momento de separación de la Preyler, y Julio no quiso cantarla. Gracias Julio. Me gusta más Perales.

¿Ayuda a sanar escribir y cantar una canción? Por supuesto que sí. Y si lo facturas como Shakira mejor. O no lloramos todxs y facturamos todxs también. Aunque ella diga que las mujeres de ahora no lloran, sino que facturan, estoy segura que ahí han brotado lágrimas y lágrimas, pero las ha convertido en inspiración y en muchos ceros. Ole por ella.
¿Qué haces tú con tus enojos? El duelo por una traición está lleno de rabia, pero socialmente a la mujer solo le permitimos estar calladita, el enojo es para los hombres. Vivimos rodeados de estereotipos y éste caso no iba a ser menos. ¿Tiene que callarse Shakira? ¿Lavar los trapos sucios en casa? ¿Aunque se hayan ensuciado en la calle? ¿Sufrir en SILENCIO? ¿Dedicarse a sus hijos y a su música? ¿Ir a lo suyo y cantar al amor y darnos solamente letras marchosas para bailar y disfrutar? Letras que no hablen de lo suyo, que no desaten polémica, que no nombren a nadie ni le sal-PIQUE-n. Pero sobre todo que no nombren a nadie del entorno del otro, ni a la madre ni a la nueva pareja, CLARA-mente.

Todavía hay demasiadas mujeres en éste mundo que sufren en silencio y muchas lo vienen haciendo desde hace décadas. Los estereotipos de género las han silenciado, pero compartimos existencia con ellas. Igual tienes una de vecina, de madre, de suegra, de hermana, de tía, de abuela. Esta y otras cientos de canciones escritas por muchísimxs artistas van por ellas.
Tantas visualizaciones de la canción, de las tres, solo puede deberse a que nos vemos reflejadxs en esas emociones que nos transmiten. Las emociones nos igualan y nos muestran nuestra fragilidad y vulnerabilidad, nuestra dimensión humana. Sigue sanando Shakira y por supuesto, también creando.

Pasa la letra por tu corazón y cuéntame qué sientes.
Teresa Escobar Ruiz
Docente
Especialista en Pedagogía de la muerte
Acompañante de procesos de duelo y pérdida

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