La orfandad sin nombre

Huérfilos

Post de Alfonso Calvo

En septiembre del año 2018 mataron a mi hijo Gonzalo (cuyo memorial es
https://www.facebook.com/CerebrumG ) de 23 años de edad. En la madrugada del Viernes Santo del año 2018 un hombre le estaba esperando a la salida de un bar en un pueblo de Soria.
Tras darle un puñetazo en la cabeza, cayó al suelo provocándose una herida interna en el
cerebro; cuando le operaron seis horas más tarde (consecuencia de la España profunda festiva) ya habían muerto la mitad de sus neuronas. Estuvo seis meses en coma; luego falleció.

Después de mendigar justicia, al agresor le condenaron a un año de prisión por homicidio
imprudente; la Ley considera este suceso como un accidente, una situación similar a la de un fallecido en una colisión frontal de tráfico. Al ser una pena inferior a dos años, el homicida no entrará en prisión. Como es insolvente, tampoco pagará multa alguna. Caso cerrado.
Pero no, no está cerrado. Sigue abierto en nuestros pensamientos y acciones. Como huérfanos de hijo (huérfilos) nuestras vidas están marcadas y deformadas por tales circunstancias.
Sobrevivir es mandatorio, ¡pero a qué precio!
Para nuestra familia y amigos, aceptar la situación es el primer paso de un camino insufrible que nos coloca a diario entre la tristeza (por la pérdida) y la esperanza (por vivir). Nunca lo superaremos, pero al menos deseamos convivir con ello aceptablemente; sobrevivimos gracias al apoyo de nuestros amigos. El dolor es una realidad, el sufrimiento una opción en la que no deseamos regodearnos.

Por el desgarro que produce, observamos que la respuesta habitual de las familias consiste en “ocultar” todo lo relacionado con este tipo de situaciones. Así, se convierte en una herida no cerrada, que sigue doliendo treinta años después de lo acaecido, convirtiéndose en un calvario insoportable. La muerte es un tabú en la sociedad española y la de los hijos fallecidos, el tabú del tabú.
Un amigo especializado en desarrollo personal nos recomendó crear un grupo de apoyo para las familias huérfilas y aquí está, “El adiós antinatural”
(https://www.facebook.com/groups/613776589028408 ). Dos mil niños y jóvenes mueren
anualmente en España (la mitad antes de un año de edad). Confiamos que la variada información que posee el grupo resulte útil a otras personas. Son docenas de historias; unas trágicas, otras esperanzadoras. Todos los recursos son válidos cuando debes enfrentarte a una situación límite.
Como cineasta, creo que puede ayudar a las familias huérfilas contar estas historias. La nuestra está en la película “Huerfilo Road” (https://vimeo.com/366449572, HuerfiloRd). Aunque parece que somos los únicos en considerarlo así, pues no hemos encontrado otras personas que sigan esta aproximación y la creación de una asociación que ayude a las familias se ha convertido en una quimera a la que dedicaremos el resto de nuestras vidas. Consideramos que es la mejor forma de honrar a nuestro hijo, DEP
(https://www.facebook.com/groups/613776589028408/posts/680967508975982 ).
Éste es el país que deseo retratar.

Firmado: Alfonso Calvo, huérfilo, padre de Gonzalo Calvo.

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